Una falla técnica en un avión puede generar sentimientos encontrados: por un lado, agradecimiento a los pilotos por detectar la falla a tiempo, y por otro, preocupación por la posibilidad de perder la conexión y afectar los planes de quienes nos esperan. Así comenzó nuestra misión con Celinés en Costa Rica: la misión de las risas y los postres. Afortunadamente, el retraso fue solo de una hora, por lo que no perdí la conexión. Al llegar a Panamá, incluso movieron la puerta de embarque para que me quedara cerca. Bueno, no lo hicieron por mí, pero es lindo pensar que en esos pequeños detalles papá Dios nos consiente.
Día 1: Bienvenida con postres y Grabación de Video
Desde que llegamos, las hermanas de Dos y Él, Alonso y el esposo de Naty nos recibieron con sonrisas y abrazos, haciéndonos sentir muy acogidos. Fuimos a almorzar a la casa de Clarisa, la «Coco» de la familia, y les cuento que la señora cocina delicioso. Antes de llegar, las chicas nos pidieron completar un formulario de alimentación, preguntando no solo nuestras alergias, sino también nuestras preferencias y gustos, especialmente en cuanto a los postres. Confieso que no suelo comer muchos postres, pero aun así tengo mis favoritos: torta de zanahoria, de guineo (o banano) y, de vez en cuando, un pie de limón. Como la leche no me cae bien, prefiero helados a base de agua, y ese día probé uno de guanábana que estaba muy rico. Este fin de semana me sentí muy consentida, comí más postres de lo habitual, pero es que en cada comida había algo pensado para Celi, Claudia y para mí, entonces cómo resistirse. Así es Dios con nosotros: siempre tiene algo pensado para cada uno, solo hace falta estar tranquilos, atentos y dispuestos para percibirlo.
Entre luces tenues y sublimes, ese mismo jueves fuimos a grabar un video musical con Eve y Naty, del ministerio Dos y Él. Los proyectos y sueños se tejen en equipo, así que también estaban Alonso, quien ayuda a que todo suceda, y el esposo de Naty, pendiente de que no nos faltara nada. Este acontecimiento se dio en la Catedral de Costa Rica, donde suceden los grandes eventos arquidiocesanos, ¡qué honor estar ahí! Un dato curioso, hace años que no se me rompía una cuerda fuera de casa, y justo grabando el video, la segunda cuerda se reventó. Me hizo gracia porque eran unas «supuestas» cuerdas Elixir que un amigo y yo decidimos probar, ya que estaban muy baratas en AliExpress. En cuanto sucedió esto, le hablé a mi amigo para decirle que el experimento fracasó, no eran las Elixir a las que estamos acostumbrados, ya que estas apenas tenían un mes de uso. En fin, hay un dicho que dice: «lo barato sale caro».
Día 2: Estudio, Misa y Compartir con Músicos
El viernes por la mañana preferí quedarme estudiando mientras las chicas iban a una entrevista. Estos días han sido de mucha actividad, y necesitaba tiempo para ponerme al día. Afortunadamente, tuve unas horas para estudiar y luego reunirme con todos para almorzar en la casa de la hermana de Naty, donde vive «Aleluya», una virgen que el hijo bautizó con ese nombre al cantarle una canción que dice «canta Aleluya». Entre risas, picadillo, almuerzo, café y, por supuesto, el postre de Edu, disfrutamos de otro momento familiar. Es muy lindo encontrar amigos y hermanos en otros lugares del mundo, ¡qué bendición ha sido conocerles! Cuando uno cree que va a servir y dar algo, Dios nos sorprende con generosidad y ternura. El picadillo es una entrada que viene envuelta en una tortilla muy parecida a la mexicana, y me sorprendió encontrar este sabor en la cocina de los «ticos». Te cuento que a veces soy un poco tímida, pero a pesar de mi timidez, me conmovió mucho que me pidieran firmar la guitarra de Edu. Pido a Dios que bendiga sus vidas y les cuide siempre.
En la noche tuvimos la oportunidad de servir en la Misa y compartir testimonios con músicos de Costa Rica. Fue muy enriquecedor para mí escuchar a mis hermanas dominicanas, Claudia y Celinés. Sus vidas son testimonio para mí: mujeres de bien, que lo dan todo por sus familias y sus ministerios. Ahí también estuve, compartiendo un poco cómo el Señor me ha ido conquistando hasta hacer lo que hago hoy: música para Dios. En este lindo compartir también tuve la oportunidad de saludar a Vivi Fer, una hermanita que conocí hace años y que canta muy lindo. Qué lindo es reencontrarse con aquellos que no vemos desde hace tiempo. Y claro, imagino que ya sabes lo que no faltó en la cena: una torta de guineo (banano) con una bolita de helado de limón. Estuvo delicioso. Gracias a las hermanas de Dos y Él y a Alonso por consentirnos de esa manera. Definitivamente, tienen un don especial para hacernos sentir especiales. Que Dios les multiplique su generosidad y atenciones.
Día 3: Venimos a Adorarle
Dos y Él es un ministerio conformado por dos mujeres con esposos, hijos y un talento extraordinario para cantar y hacer reír. Y es que la risa es contagiosa, así que estuvimos todo el fin de semana como «chiquillas». Qué bendición servir en un ambiente de alegría, fruto que sin dudas da el Espíritu Santo. A pesar de las dificultades que también se presentaron, no dejamos de pasar un buen rato juntos. Me llevo de ellas el ejemplo de que se puede entregar la vida, darlo todo y mantener la alegría que nos regala el Espíritu. Después de trabajar por meses, llegó el día de «Venimos a adorarle»: y así fue, fuimos a cantar, a tocar y a regocijarnos en Su Presencia Eucarística.
La prueba de sonido fue todo un reto. Pasaron cosas que no logramos explicar desde lo técnico. Tardamos aproximadamente 5 horas resolviendo situaciones y pensamos que dejamos todo listo. Sin embargo, desde que iniciamos, mi monitor de oído dejó de funcionar. Las primeras dos canciones, como dirían los mexicanos, me las «aventé» sin escuchar con claridad, sin escuchar las secuencias y la tercera sin escuchar las indicaciones (los cues). En fin, fue todo un reto. Mi temor en estos casos es que el problema cause desconcentración al momento de orar, que en mi afán por resolver la situación se distraiga la vista de lo importante en ese momento: la Adoración, el momento cumbre de la noche. Luego me enteré de que hubo varias personas trabajando para resolver la situación. El otro guitarrista, Jason, además de prestarme su guitarra acústica, cuando me vio en apuros, también prestó su monitor. No me di cuenta de esto en el momento, pues solo vi al técnico colocarme el equipo. Y es que el trabajo en equipo es primordial; preocuparse por la dificultad del otro es algo muy valioso. Gracias por mostrarme esa parte de los ticos. Por ustedes, salimos adelante. En resumen, fue una noche especial y un fin de semana inolvidable. Que el Señor nos conceda muchos momentos más como este.
Recuerdos Graciosos
Algunos acontecimientos graciosos: el lanzamiento del pedestal de micrófono de Claudia durante el concierto (en este video quedó registrado), el juego de Sudoku nivel experto durante la cena y la generosa propina que dejé por accidente en el restaurante en el que cenamos, si, a veces puedo ser un poco despistada. Todo ha sido motivo de memes, stickers, risas, y más. ¿Qué les puedo decir? Solo nos queda reírnos. Bendita risa. Gracias, gracias, gracias. Así culminó este recuerdo de la misión con Celinés en Costa Rica: la misión de las risas y los postres.
Si deseas aprender la canción «No Temas» que sale en el video puedes buscar los acordes en la sección Recursos de mi página Web.